Viva el Betis, «manquepierda»

Pepe Mel

El Betis no está pasando por sus mejores momentos. La destitución de Pepe Mel ha sido todo un mazazo para la entidad. Las esperanzas depositadas en el entrenador de los ascensos no han dado todos los frutos deseados y aquella afición que tanto anhelaba su vuelta le ha despedido por la puerta de atrás.

Todo el mundo sabe que cuando los resultados no acompañan, el primero en decir adiós suele ser el entrenador, y este caso no iba a ser diferente. El Betis ocupa los últimos puestos de la clasificación y roza el descenso. El Benito Villamarín es el peor escenario para el club verdiblanco, puesto que le convierte en el equipo que menos puntos ha conseguido en su estadio: apenas seis y tan solo una victoria allá por septiembre.

Pero es que la cosa va a más, porque también es el equipo menos goleador de Primera División, y eso que cuenta con una dupla de delanteros que otras temporadas los marcaban a pares: Rubén Castro y Jorge Molina parece que ya no carburan. Y, a pesar de que empezó la temporada fuerte en defensa, en los últimos compromisos ligueros se cuentan varias goleadas en contra. Asimismo, la vergonzosa eliminación copera contra el eterno rival (0-4 en casa) ha terminado por estallar en la cara de la afición.

Ni los grandes fichajes como el de Joaquín y Van der Vaart o la renovación de la perla bética tentada por los grandes de Europa, Ceballos, parecen haber revertido la situación. Los del Heliópolis no están bien y deben ponerle remedio rápidamente: este mercado de invierno se presenta movido con llegadas y salidas.

Además, todo apunta a que el elegido para suplir el banquillo será Juande Ramos, un técnico que ya conoce el club y le llevó a Europa una temporada después de su ascenso. Pero Juande también ha entrenado al Sevilla, con el que ganó dos copas de la UEFA, y eso hace reticentes a algunos aficionados que le tachan de chaquetero. Por el momento solo hay contactos pero es el mejor posicionado.

La situación no es nada fácil y venga quien venga tiene mucho trabajo por delante: hay que devolver la confianza al equipo y la afición, recuperar el gol y corregir la defensa, ascender en la clasificación y quitarse el miedo de Segunda en el tramo final de Liga. Mientras se decide quién llega, el entrenador del filial ha tomado las riendas del equipo, y el próximo rival es el todopoderoso Madrid. Esto podría suponer un doble o nada para el club: si pierde le quemaría el descenso, pero si gana recobraría toda la moral minada en estas últimas semanas.