La caída libre del Geta

Corría la jornada 20, el Gefate venía de encarrillar 3 victorias consecutivas que le dejaban en la zona media-alta de la tabla; una posición cómoda que incluso le permitía mirar de reojo los puestos europeos. Los azulones vivían un momento dulce… pero tan diferente al actual…

Desde entonces todo han sido malas noticias y derrotas. El Getafe lleva 7 partidos perdidos de forma consecutiva. Se han dejado escapar muchos puntos por el camino, lo que ha propiciado que el equipo haya pasado de una zona tranquila en la clasificación a marcar el límite de la salvación. Además, 3 de esas derrotas se han producido frente a rivales directos: Granada, Levante y Las Palmas. Por tanto, el puesto de Fran Escribá pende de un hilo.

Es cierto que las lesiones no han acompañado en los últimos partidos, por ejemplo su estrella Sarabia no ha podido disputar un par de ellos. También ha perdido algunos choques por la mínima y/o en los últimos compases de encuentro. Y, si fuéramos escrupulosos, se podrían cuestionar determinadas decisiones arbitrales con sus consecuentes expulsiones a jugadores azulones. Pero no es excusa. Son demasiados partidos y puntos que se desprecian. Un juego muy malo al que también ha acompañado un saco de goles en contra, especialmente a domicilio. El objetivo de la temporada es muy distinto al de hace unas semanas y el miedo del descenso acecha el Coliseo.

Tal es el descontento del Getafe que Lacen, un jugador de peso en la plantilla, alegó las siguientes palabras ante la prensa tras la derrota en el Insular: «Somos una auténtica mierda como equipo», «Vamos a Segunda de cabeza». Unas declaraciones que no han sentado nada bien en el seno del club, pero que responden a una dura auto-crítica y al sentir general del equipo.

El Getafe, que está afrontando su 12º temporada consecutiva en Primera, es de los pocos equipos que puede presumir de no haber descendido nunca a Segunda División. No obstante, este es el peor año de todos si nos remitimos a los puntos a estas alturas de campaña. La caída libre del club es evidente y llega en el peor momento porque los próximos dos compromisos ligueros no serán nada fáciles. Este fin de semana espera el Sevilla y el que viene el Barcelona. Una doble oportunidad para redimirse con una hazaña, pero que dada la complejidad hace pensar más bien en un abismo.