Como viene siendo habitual en las últimas ediciones de la Copa del Rey, hay lío a la vista. ¿Cuál será la sede para la final? En este ocasión, el partido a vida o muerte lo disputarán el Barcelona y el Sevilla. La fecha está fijada para el 21 de mayo, pero el escenario donde se juegue el trofeo aún está por decidir. ¿Posibles estadios? El lío viene precisamente por ahí, pero por los descartes. En el fútbol español son los equipos finalistas quienes sugieren un estadio, aunque también los propietarios de los recintos se pueden ofrecer. Posteriormente, la Federación negocia las propuestas recibidas de todos los clubes para organizarlo.
El Barça jugará su quinta final de Copa del Rey en apenas 6 años, con lo cual demuestra su poderío en la competición. En todas estas últimas ocasiones los azulgranas han propuesto el Bernabéu. No obstante, sus plegarias nunca se han cumplido ya que el Madrid siempre se lo ha negado. Pero, ¿por qué? Algunos hablan de miedo a que el eterno rival se proclame campeón en su propio terreno. Miedo a que suene el himno del Barça en el Bernabéu. Miedo a la fiesta azulgrana donde más duele. De ahí que siempre haya negado esta posibilidad alegando un hecho u otro por absurdo que pareciese (como la preparación de las terrazas de verano o las obras en el Bernabéu por un baño). Aún resuena en Chamartín aquella final del 97 y sus celebraciones…
Pero la pregunta es la siguiente: ¿el Bernabéu es la mejor opción para esta final? Geográficamente, Madrid es un punto intermedio y con excelentes comunicaciones entre Sevilla y Barcelona. Además, el número de socios en ambos equipos es elevado, por lo cual un recinto con gran capacidad sería un punto muy a favor para la venta de localidades. ¿Y no serviría el Calderón? Podría ser, pero el de los rojiblancos tiene 55.000 frente a las 80.000 de los merengues.
La afición azulgrana pide a gritos este estadio, de hecho el ex-presidente Joan Gaspar ha retado abiertamente a Florentino a que lo ofrezca o diga públicamente que no. No quiere que se ande con rodeos ni se esconda. El Sevilla todavía no se ha manifestado, pero a priori se muestra reacio al eterno plan B de Mestalla. Como representante neutro, del Bosque se ha manifestado y pedido generosidad al Madrid para acoger la final. Por tanto, la pelota ahora está en Chamartín y todos los focos se centran ahí. No está obligado a ceder su estadio, pero la presión se acrecienta tras tantas negativas.
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